Constructoras, promotoras, inmobiliarias ¿Son lo mismo?
En determinadas ocasiones, dentro del mundo inmobiliario, se tiende a confundir, en muchos casos, los conceptos de promotora inmobiliaria, constructora e inmobiliaria. Para los legos en la materia el equívoco no suele tener mucha transcendencia, pero para las personas avezadas que trabajan en el sector, estos equívocos no son admisibles.
Los tres conceptos que vamos a definir son fácilmente identificables porque cada uno de ellos trabaja en un momento muy preciso dentro del proyecto de construcción. En primer lugar, a la hora de realizar un proyecto de construcción es necesario ser poseedor del suelo dónde se llevará a cabo el mismo. La adquisición del suelo, normalmente, suele ser labor de las promotoras inmobiliarias en exclusiva.
Una vez que el suelo ya es propiedad de la promotora inmobiliaria puede comenzar el proceso de construcción de él o los edificios. Es en esta parte del proceso dónde entra en juego la constructora inmobiliaria. La constructora inmobiliaria tiene como juega un papel muy importante en la construcción del edificio o los edificios.
En este proceso interviene una gran cantidad de personas, desde los diseñadores de la construcción (arquitectos) los que llevarán a término la obra sobre los planos diseñados (arquitectos técnicos) y por su puesto el conjunto de trabajadores que construirá la obra. Todos ellos, debido a la situación de crisis en la construcción actual, han tenido que recurrir al Plan E para poder seguir trabajando.
Una vez que las viviendas han sido construidas llega el momento de comercializarlas para lograr venderlas y recuperar la inversión inicial y lograr beneficios. En esta labor se encuentran especializadas las agencias inmobiliarias.
En determinadas ocasiones, y cuando hablamos de empresas relevantes, estas suelen tener su propia promotora, su propia constructora y también tienen una extensa red de oficinas comerciales dónde ponen a la venta las viviendas que han construido.
Fuente: Las Hipotecas | Imagen: pnwra